Estos programas residentes en memoria son módulos
del antivirus que se encargan de impedir la entrada del cualquier virus y
verifican constantemente operaciones que intenten realizar modificaciones por
métodos poco frecuentes. Estos, se activan al arrancar el ordenador y por lo
general es importante que se carguen al comienzo y antes que cualquier otro
programa para darle poco tiempo de ejecución a los virus y detectarlos antes
que alteren algún dato. Según como esté configurado el antivirus, el demonio
(como se los conoce en el ambiente Unix) o TSR (en la jerga MS-DOS / Windows), estará pendiente
de cada operación de copiado, pegado o cuando se abran archivos, verificará
cada archivo nuevo que es creado y todas las descargas de Internet, también
hará lo mismo con las operaciones que intenten realizar un formateo de bajo
nivel en la unidad de disco rígido y, por supuesto, protegerá los sectores de
arranque de modificaciones.
Las nuevas computadoras que aparecieron con formato
ATX poseen un tipo de memoria llamada Flash-ROM con una tecnología capaz de permitir la actualización del BIOS de
la computadora por medio de software sin la necesidad de conocimientos técnicos
por parte del usuario y sin tener que tocar en ningún momento cualquiera de los
dispositivos de hardware. Esta nueva tecnología añade otro punto a favor de los
virus ya que ahora estos podrán copiarse a esta zona de memoria dejando
completamente indefensos a muchos antivirus antiguos. Un virus programado con
técnicas avanzadas y que haga uso de esta nueva ventaja es muy probable que sea
inmune al reparticionado o reformateo de las unidades de discos magnéticos.
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